A
Desalambrar
Las
consecuencias de nacer
Ana Cristina
Bracho
Pocas cosas
son tan claras en el mundo moderno como las diferencias que se generan de nacer
en un sitio. Pues, un golpe de mala suerte nos lleva a pisar tierras destinadas
a servir de almacén de otros países, o,
una buena estrella nos puede dejar en el epicentro de la humanidad. Pero
¿puede una persona ser ilegal? Según el Diccionario de la Real Academia
Española, ser ilegal significa “contra ley”.
Pese a que
haya quien manifieste lo contrario es completamente incoherente decir que los
derechos humanos son universales y permitir que Estados determinen como
ilegales parte de las personas que habitan, permanecen o entran a su
territorio. Estas políticas han generado, por ejemplo, la muerte sistemática de
marroquíes que intentan llegar a España y de mexicanos que se trasladan a
México, y hoy pisan Nuestra América cuando la oligarquía de República
Dominicana desde un Tribunal ordena quitar la ciudadanía a miles de hijos de
inmigrantes haitianos nacidos en República Dominicana.
La decisión
en su argumento grueso es menos aberrante que leída en su totalidad pues aspira
su aplicación retroactiva a todos quienes desde 1929 hayan nacido en estas
circunstancias, ordenando que la Administración se niegue a emitir a su favor
actas de nacimiento y ciudadanía, lo que equivale a negarles el derecho al
nombre, a la nacionalidad y a la igualdad ante la ley.
¿Puede serse
un humano en la biología y en la sociedad sin serlo para el derecho? La verdad
es que algo de eso se escapa cuando se analizan más a fondo las estructuras y
las tendencias jurídicas en la era neoliberal. Pues sin que nadie ponga reparo
a estas situaciones se admite con facilidad que las empresas son personas que
ameritan igual protección que los humanos.
¿Igual o
mayor protección? Lamentablemente son muchos los ejemplos que encontramos que
la protección de las empresas es mayor que la de las personas naturales. Así se
repara primero la crisis a los bancos y lo que queda –si es que queda- para las
familias… ¿contra esto? El nuevo derecho, la nueva América y el rechazo de un
derecho antinatural como el que se desarrolla en República Dominicana.
Caracas
@anicrisbracho
Este artículo NO apareció en el Correo del Orinoco.
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