lunes, 25 de febrero de 2013

Otra vida

Esa que empieza tras el vértigo

Tras los puntos suspensivos

Esa suma incierta de dejavus

Ese ruido del no pude, no puedo.

 

Otra vida

Esa que se balancea a punta de ganas

Sobre escenarios muertos.

 

Quien habrá de errar con tanto peso

Quien puede obviar que pasado el luto

Tras de mi presencia vuelve la vida

Suenan campanas anunciando nuevas eras

La flor marchita abre con todo el brío

Quien puede negar que mejor que me he ido

Que cualquier otra cosa que he sido?

 

Otra vida

Esa que no aguarda en tres esquinas

Que no pide perdón ni prende velas

Una que se desnuda en el ecuador

Ni pierde al póquer todas las partidas.

 

Otra vida

Donde lo político sea irreverente

Donde los sueños sean remplazables

Donde no necesitar paces nuevas

Donde no ser carga, burro, desecho.

La suerte, mala vida.

jueves, 21 de febrero de 2013

Contuve las ganas de vomitar. Aquello era una ciencia más mental que física pero lo físico era producto de lo mental. La sensación de que el piso se movía en zigzag, sin rumbo fijo no era solo mía. La veía en los rostros de las personas que me rodeaban y en sus silencios. La crisis de los veintitantos cayó de golpe en la crisis de la economía, la burbuja inmobiliaria de pronto se comió esperanzas de viajes y de propiedades y me dejó en el limbo de los que trabajan con inercia.

Contuve las ganas de vomitar. El movimiento que salía de adentro apuntaba en todas direcciones y tan sólo se sostenía del sentimiento de culpa. Creo que de pronto todas las cosas que habían sido, eran culpa mía. Lo era la infidelidad de Horacio sin duda alguna. Yo casi que repasé la historia y vi cómo le pedí a gritos que lo hiciera, quizás la paternidad de Michael y su locura, también su alcoholismo actual. Lo era la tristeza de mi padre, su insoportable manera de diluirse -casi de irse- por la cual me costaba tanto encontrar la paz. Creo que también lo fue la muerte de mi abuelo que me visitó esa noche sin causas médicas y quizás la muerte de la gocha.

Era la grandísima culpable de todas las desgracias después de todo, eso pasa cuando una es mujer y además, testaruda.

Era tan profunda la soledad que ya no valían las palabras, quizás eran como el dolar, tenían una escala oficial a precio de fábula y un costo real a precio de pesadilla. Quizás, era culpable de todas las cosas que habían fallado y de pronto recordé la tarde que llegué a casa, casi niña y pensé por primera vez en morir.

En aquél tiempo tan vacío de las maldiciones actuales quería y creía otras cosas pero ya sentía la muerte como un consuelo a éste infierno con impases del Quijote.

¡Que simple hubiese sido la vida sino hubiese querido nunca salvar a nadie!

Siempre he querido salvar a alguien y tan sólo he conseguido condenarme a mí misma. La verdad, todo siguió, y todos resultan más felices a mi distancia que a mi cercanía y tengo el terrible mal de no soportar ver llorar a nadie y menos cuando hablan conmigo o hablan de mí.

Con las dos idas de Maracaibo, con el capítulo Francia y con éste capítulo, entendí que jamás huiría de mí. Estaba condenada a soportarme y eso quizás, era mejor cuando tocase menos y menos gente. Por eso, había borrado con escobas la lista de teléfonos. Me había encontrado de pronto, por decisión irrevocable, sin amigos.

Me encontraba al filo de la línea de la vida sin amor, pese a la cínica explicación de gente que teorizaba sobre mi terror a la soledad. La verdad, con mi capacidad de todo joderlo, debe ser una manera de aminorar la extinción de la humanidad.

La verdad es que andaba ese día, con las cartas echadas, con la certeza de que era tiempo de olvidarlo todo y en el olvido de todos, encontrar la paz.

Morirse de nuevo


A cuestiones del orgullo,
De la necesidad de brillo,
A cuestiones de ninguna importancia,
Le he sacado punta con sangre y frío.

Acompañada de ese ruido,
Del frenazo justo antes del demasiado tarde,
Del boleto que dejé perder
De las cosas que no tuve,
La casa que no compré,
Al hijo que no se engendra,
Al vientre que no florece,
Le saqué un brillante diploma
Un tratado a punta de estupidez.

Nada que fue, nada que haya sido
Cambia el sabor a carretera
A baño impúdico e infecto
De éste tiempo.

A la larga el crisol se cubrió de mierda
Lo mismo el rezo que la esperanza del mundo nuevo,
Lo mismo el patán que me cambiaría cien veces
Que el que nunca me cambió
Que las amigas que me sentenciaron a la distancia.

Lo mismo para lo mismo
Repetido por mil veces
Me despierta con tambores de arrechera
Que callo mirando la cuenta que baja
El tiempo que pasa, las predicciones que espantan.

Devaluado mi potencial de llegar a ser la gran verga,
Me conformo con esta puta vida de escupitajo,
Esa que no se mira en teatros,
La que omite explicar la soledad de la rutina
El filo del hilo que sostiene la cordura.

Al cabo todos los sábados firmo la condena,
Al cabo todos los lunes renuevo las esperanzas
Al cabo el jueves es el día del espanto
Y el viernes pasa por pasar y nada más.

Y mientras, tan sólo corro entre cosas que pueblan la nada
Tengo una cajita llena de colores,
Tengo un libro que describe lo que me falta
La incapacidad de entender lo ya entendido,
Tengo la rabia de empeorar mi suerte,
La condena de andar sin levantar la cara.

Con el tiempo ya nadie ha visto que alguien me vea
Acepto con estupor el ruido con el que amanece,
La nariz cubierta hasta no poder y los ojos de lágrimas ausentes.

La puta noche que me entretuvo la idea,
El desasosiego de tener que esperar hasta nunca
La llegada de lo eterno.

Una agenda de descalabros
Una promesa que no sube la esquina
¡Tantas veces hay que reiniciar la misma máquina!
¡Tantas veces hay que morirse de nuevo!

Escuchar la misma música
Sentir la misma soledad
Ser la misma que nunca he sido,
Morirse de nuevo, llegar a la hora,
Conjugar un verbo, escoger la nada por la nada,
Morirse de nuevo.

jueves, 7 de febrero de 2013

Esa extraña ciencia de la economía


Existen muchas causas por la cual no me gusta hablar de economía, en especial porque al escuchar proyecciones suele contraerse mi estomago y se me acelera el corazón. El asunto es complejo y cada vez que un economista habla el asunto es dar vueltas sobre cómo llenarnos de cosas que nos limitan la vida. Además son tan parcializadas sus visiones que todos se pretenden objetivos.
Mi experticia que no es mucho mayor a haber sido satisfactorio mi desempeño en el estudio de sus fundamentos y en la asistencia regular a los mercados, y las complicaciones nuevas como pagos de seguros y de intereses de tarjetas que son instrumentos para el autoconsumo que lleva a quedar de puntitas en la línea del desespero.
Mi deseo es un botón que los silencie, tan llenos de cosas de decir como carentes de acciones. La economía me resulta una bolsa de predicciones sobre especulaciones. ¿Predicciones sobre especulaciones? Pues si, tan poco importante y relevante como eso.
Mis impresiones entonces tan burdas, son mi incomprensión de la relación entre el monto que me depositan de cestatickets, lo que dice el banco central y lo que dice el panadero, donde siempre sale sacrificada mi cuenta de ahorros.
Desde ésta óptica me he comido a mordidas, literalmente, lo que debería ser mi ingreso para vacaciones, que una las ve, hasta el día que las pagan, como un baño de arena cubierta de un fantástico sombrero de alas anchas y que la se diluyen en pagos eternos.
En eso es que se desliza el lápiz en el día tan banal que he tenido, pues si poco entiendo aquello menos entiendo quiénes se endeudan comprando a tres veces el precio, lo que fue calculado a varias veces su valor, a los vendedores y vendedoras de pasillo de oficina.
“te vendo el traje de baños que usaron las Misses”, “te vendo una tableta que da patadas”, “te vendo un pase a una fiesta de la oficina” todo al módico precio de dos veces –o tres- lo que cuesta.
Yo, sólo miro sin profundidades la caída de la cuenta, la rabieta con la aseguradora, la promesa de pago que no ha sido. Yo sólo miro, boff, la economía como ciencia del espanto y del alboroto.
Al final de mi nota cadivi no ha aumentado las divisas, ni el gobierno la gasolina y todo ya cuesta el doble de lo que costaba a la primera letra. La guerra a la especulación me suena a un chiste o a una tragedia y añado mis deseos a los que andan en ese tema.
Fin de nota.
Sin nada que aportar.

viernes, 1 de febrero de 2013

Un año de "A desalambrar"


Queridos todos, queridas todas.
Es para mí un enorme placer festejar con ustedes el Primer año de “A Desalambrar” un espacio de opinión que tengo y me tiene, en el Correo del Orinoco, con frecuencia semanal y que ha tenido como única intensión ir rompiendo mitos y barreras que guardamos con relación al derecho. Con este motivo, he sistematizado todo aquello teniendo una lista de temas que han surgido. Los cuáles pueden consultar entrando al portal del Correo del Orinoco en la sección de ediciones impresas. Les envío un beso.

Febrero 2013
02
Defender la igualdad (en relación a los derechos de los LGBT)

Enero 2013
26
Simplificar es lo legal (Ley de Simplificación de Trámites Administrativos)
19
¿Mal alumno o mala escuela?
12
La vida privada del Presidente (derecho a la intimidad del Comandante)
05
La inamovilidad laboral

Diciembre 2012
29
Simplificar la salud
22
La facultad de interpretar
16
Contigo, mi comandante
08
In-Justicia (sobre el derecho al proceso judicial)
01
La laicidad

Noviembre 2012
24
Juegos de Palabras (las declaraciones de la ONU y el genocidio)
17
Señorita Luz (sobre el caos en la Universidad del Zulia)
10
Comer en socialismo
05
La revolución en los derechos

Octubre 2012
27
Nuestros muchachitos
20
El cuerpo que tengo (por la regulación de la medicina estética)
13
Rosas Rojas (dedicado al triunfo del Comandante)
06
Rajoy y Hollande: del discurso a la realidad

Septiembre 12
29
La defensa de nuestros votos
22
Las mujeres y la Patria
15
Con Chávez por la memoria y la hermandad
08
Hacerlo mejor
01
Entender los riesgos

Agosto 2012
25
¡Con mi cárcel no te metas!
18
Ni noticia, ni derechos
11
Pueblos Hermanos (Venezuela y el Mundo Árabe)
6
La ciudad que resucitará

Julio 2012
30
La cultura en revolución
14
Migraciones y Solidaridades
07
ONGs e Imperialismo
02
El sexismo

Junio 2012
23
Medio ambiente y trabajo (LOPCYMAT)
16
¿Verdes? (Responsabilidad ecológica de las empresas)

Mayo 2012
28
El acoso
19
El internet, entre amenazas y promesas
12
Rescatar la justicia
05
Los principios de la nueva ley (LOTTT)

Abril 2012
28
Las competencias del Gobernador
07
La Corte del Norte

Marzo 2012
17
Las otras civilizaciones
10
El feminicidio
03
Mujer

Febrero 2012
25
Derecho Humanitario
18
La buena presencia (discriminación en el trabajo)
11
El derecho a compartir la libertad
04
Shawantamana (Derechos indígenas. Comentario al Documental de Y. Ojeda)

Enero 2012
28
Entre dolor y pena (a la memoria de Francisco Delgado Rosales)
21
Detrás del contrato (derecho del trabajo)
06
El nuevo derecho