miércoles, 20 de marzo de 2013

Yo me hubiese casado contigo

Yo me hubiese casado contigo.

Yo me hubiese casado contigo cualquier día, incluso un miércoles. En cualquier lugar, incluso por skype. Yo me hubiese casado contigo con tal de tenerte, durante cada día que estuve contigo y todos los que siguieron después. Tú nunca quisiste aquello conmigo. Mi nombre es sinónimo de tu miedo y a la larga el tema perdió la vigencia, sólo quedó tu miedo y mi dolor sometido a ser golpeado por las mismas piedras de siempre.

Yo por no haberme casado contigo perdí el brillo de sonreír con el alma, la inocencia de amar profundamente sin medidas ni una carta bajo la manga que indica que más pronto que después he de huir. Yo no me casé contigo porque tú no quisiste casarte conmigo cualquier día, menos un miércoles y tampoco en cualquier lugar y menos por skype.

Para jugarme el alma tras saber que tú no te casarías contigo mi vida se ha tornado en cascarón de la católica resignación, cuantas historias creí escritas con un sólo gesto de salvarme de aquél limbo.Tú nunca llegaste. Yo nunca me fui. Yo me desgarraba en gotas de haber querido lo que no fue.


No hay comentarios:

Publicar un comentario