Justo cuando
nosotros como país nos enfrentamos a la indecencia con justicia, muere
en la Argentina Jorge Rafael Videla, hombre que por sí solo, sin su amigo
Pinochet es suficiente modelo de cómo se destruye por encargo un pueblo. Como
si a éste respecto la voz de Neruda fuese profética, en Argentina como en Chile
hicieron todo lo posible por cortar todas las flores pero no pudieron detener
la primavera, que hoy resucita en la figura y la compostura digna, de Cristina
Fernández.
Al morir
Jorge Rafael Videla, tras haber sido juzgado y encarcelado, vemos en Argentina
la misma de las Madres, hoy abuelas, de la Plaza de Mayo un ejemplo a retener
cuando estamos todavía con el corazón latiendo en humedades por los coletazos
que dio el fascismo contra el pueblo venezolano.
Si leemos en
la página del Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina la descripción
de cómo se instauró ese gobierno del error, tenemos: “El 24 de marzo de 1976 Isabel
Perón fue detenida y trasladada a Neuquén. La Junta de Comandantes asumió el
poder, integrada por el Teniente Gral. Jorge Rafael Videla, el Almirante
Eduardo Emilio Massera y el Brigadier Gral. Orlando R. Agosti. Designó como
presidente de facto a Jorge Rafael Videla. Dispuso que la Armada, el Ejército y
la Fuerza Aérea compondrían el futuro gobierno con igual participación. Comenzó
el audodenominado "Proceso de Reorganización Nacional”. José Martínez de
Hoz fue designado ministro de Economía y, el 2 de abril, anunció su plan para contener la inflación, detener la especulación
y estimular las inversiones extranjeras.”
El hecho que
el gobierno de facto se instalara bajo el pretexto de contener la inflación nos
da la cara histórica de la recurrente guerra económica como instrumento de
dominación de los pueblos, pero, el proceso dirigido desde la derecha para “controlar
la economía” no tiene la característica de un sistema socioeconómico constitucional
y democrático, por ello, al poco tiempo, la situación social dramatizada daba
lugar a un descontento que fue denominado “subversión”.
La misma
fuente nos precisa cuáles fueron las medidas del gobierno militar: suspender la
actividad política, suspender los derechos de los trabajadores, intervenir los
sindicatos, prohíbir las huelgas, disuelver el Congreso, disolver los partidos
políticos, destituir la Corte Suprema de Justicia, intervenir la CGT, intervenir
la Confederación General Económica (CGE), suspender la vigencia del Estatuto del
Docente, clausurar los locales nocturnos, ordenar el corte de pelo para los hombres,
quemar miles de libros y revistas considerados peligrosos, censurar los medios de
comunicación y apoderarse de numerosos organismos.
La muerte,
con los cuerpos destrozados y hasta sin ellos, es el sello de éste período de
la historia argentina pero también la mas valiente resistencia, de aquellos y
aquellas que lo perdieron todo menos la dignidad.
Es el glorioso
ejemplo de las Madres de Mayo que hasta el día de hoy siguen esperando que
lleguen sus hijos que partieron hasta el nunca jamás, por defender una escuela,
una fabrica, por no cortarse el pelo…
Para que en
nuestra Patria no exista un Jorge Rafael Videla JAMÁS, estudiemos la historia
de nuestra América, tomemos las banderas de la organización por la justicia y
la verdad, y que esa Comisión que hoy se reúne pidiendo la verdad por los
caídos entre el 58 y el 98, tenga el nombre presente de nuestra Livia Gouverneur,
del Chema Saher, y que los heridos, lo caídos del 15A no tengan que esperar que
la justicia sea materialmente imposible o que tan sólo éstos actos de lesa
humanidad sean pagados “un ratito”.
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