lunes, 13 de mayo de 2013

A Desalambrar, Insistencias


“No basta que vivan veinte millones de habitantes en un territorio de novecientos dieciséis mil cincuenta kilómetros cuadrados para que haya pueblo, no. Tiene que haber algo más para que ese conglomerado humano, para que esa muchedumbre humana, permítanme la expresión, sea de verdad un pueblo” Con ese planteamiento empezaba su discurso ante la Asamblea Nacional Constituyente el Presidente Chávez.


Ahora que el tiempo ha pasado y que estamos ante un corte del tiempo histórico, vemos la grandeza de un proyecto que bajo el liderazgo de un hombre no tan sólo resucitó el pueblo de Venezuela sino que hizo de éste, una Patria.

Del orgullo de haber vivido esa transformación, de población condenada al hambre a pueblo que defiende su existencia pasamos de manera instantánea a tener una deuda, pues para mantenerla cada quien ha de participar más y de hacerlo mejor.

Comunicar, informar, investigar, prevenir y controlar, son verbos que deben usarse en ese espíritu, pues cada quien ha de hacer dentro de su espacio el cuestionamiento de lo que le rodea como un ejercicio que permita superar las barreras y llegar de una vez por todas a lo que aspiramos.

Una de las cosas a las cuáles se aspira, es sin duda la justicia. El Estado, cuando adoptó la Constitución de 1999 declaró, que había que pasar del Estado de Derecho al Estado Social de Derecho y de Justicia. Si hoy tenemos otra República, tenemos que procurar entonces tener otra justicia.

No es la definición de la justicia una cosa sencilla, existen de hecho varios tipos de justicia y en algunas hemos avanzado mejor que en otras. La justicia social, es un elemento trasversal de las políticas públicas y la redistribución de la riqueza no tan sólo ha sido mayor que en el pasado sino que nos ha valido mejorar en varios estándares internacionales: somos un país igualitario que cumplió las Metas del Milenio antes de tiempo.

Pero con respecto a la otra justicia, hablemos de ella como la justicia tribunalicia dotada de una nueva silueta legal no ha adquirido en la práctica el contorno, la rapidez ni la eficiencia que debería tener. Cualquier paso por sus pasillos es largo y algunas prácticas no han logrado ser exiladas para poder declarara Venezuela tierra libre de la injustica, del retraso procesal, de los delitos contra la administración de justicia.

Un buen momento para que las políticas tribunalicias se optimicen es éste que vivimos, cada uno de los once muertos son mártires que se unieron a Chávez soñando ver hecha Patria fecunda a éste pueblo, y la justicia por ellos, no puede esperar que sean en vano, los esfuerzos. 


Caracas
@anicrisbracho

Este A Desalambrar NO apareció en el Correo del Orinoco.

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