Traigo
silencio.
Un huracán de soledades se
aproxima
Las casas que quedaban en la
cuadra
Los ritos familiares, la
cartelitocracia del vecino
El ladrido del perro, el azul de
la casa
Todo me falta.
Un paso se apura por una cuadra
Tengo miedo de los que traen
miedo
Todos nos apuramos en estar
apurados
La cola es una elipse que devora
el tiempo
Los dolores se me han venido
haciendo comunes
Todos tienen tantos que yo guardo
los míos.
Las margaritas murieron por falta
de cuido
Su arrugada cara de seres
putrefactos
No me acaricia el alma.
La ciudad se apila como cosas
indeseadas
La basura se come las esquinas
Los choques decoran los semáforos
Los ruidos hacen bruma en los
oídos.
La noche se me ha vuelto inquieta
Ya no he vuelto al lago y sus
techos rojos
La puerta de colores donde conocí
el amor
Está llena de nostalgia y ve
pasar
A quienes no me buscan, no me
nombran
No me recuerdan.
Traigo el borde del pantalón
cocido
La mejor camisa negra de encaje
Los vestigios de mi sonrisa,
Al borde del oído un tatuaje.
A los amigos los ha visitado el
espanto
La esquina de las Laras que era
ave fénix
Es el circo de un payaso desolado
A los amigos los ha visitado la
tristeza
Ya la fiesta no se escucha y la
música suena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario