lunes, 17 de junio de 2013

A Desalambrar. Universidades


La educación es uno de los derechos donde los balances sociales y jurídicos nos develan una mayor evolución. Así, desde la importancia de las Universidades en el texto fundamental hasta la garantía de la universalidad y de la gratuidad, el Derecho le ha dado una fuerza que ha llevado a la creación de programas reinventados en Misiones y apoyados en leyes, que han logrado que Venezuela no sólo supere los estándares internacionales sino que llegue mas allá de lo proyectado en las Metas del Milenio y en las proyecciones de las organizaciones regionales y universales.

Pero desde que llegó el Comandante Chávez las Universidades autónomas, viejas casas de ejemplares luchas, han olvidado el contenido del artículo segundo de la ley que les rige: el ser la casa de las ideas y han ido tomando cada vez con más furia posturas antinacionales, antitéticas y antijurídicas.

Aclaro mi propósito, no es que los Profesores y alumnos no tengan derechos. Los tienen y ameritan por tanto las mejoras progresivas que han ido teniendo todas las personas, pero este derecho no les llega hasta la capacidad de violarle los derechos a otro.

Esto porque como Benito Juárez decía, el respeto a los derechos ajenos es la paz y en el marco del derecho que les aplica no pueden tomar decisiones políticas que nieguen la existencia de las otras corrientes del pensamiento en sus claustros, ni obligar a los estudiantes a asistir a “clases” dentro de los espacios y actos de protestas, ni omitir el servicio mínimo que le corresponde prestar al sumarse a una huelga.

De todos los supuestos, el que se viene presentando en algunas universidades, como la del Zulia en la que Profesores han llamado a estudiantes a acudir en sus horas de clases a la sede donde se acumulan los manifestantes es una acción contraria a libertades individuales y colectivas supremas, por lo cual, ha de ser políticamente criticada y judicialmente reclamada.

Es allí donde una cae en la fibra de la indignación pues ligada como siempre he estado a la Universidad y viendo que el sector universitario cuenta con un Ministro, universitario y eficiente, al que no le han dejado si quiera entrar al ejercicio de su cargo recuerdo los tiempos de mi infancia marcada por las huelgas de los sin cupo y los meses en los que a las Universidades no se les pagaba.

¿Qué es la Universidad? ¿Qué espacio necesitamos para la producción de profesionales para la liberación? ¿Qué pedagogía superará los vicios de una cultura dominada y deprimida? ¿Qué vínculo mantiene la Universidad con la comunidad? Estas son preguntas que la derecha intenta condenar al olvido, incluso cuando algunas en el pasado ya habían sido consideradas.

Caracas
@anicrisbracho
Este artículo NO salió en el Correo del Orinoco del sábado-

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